jueves, 23 de mayo de 2013








ANALISIS ARTÍCULOS 122 A 125 DE LA CONSTITUCION NACIONAL



El Art. 122 de la Constitución Nacional habla de la existencia legal del cargo y de la necesidad de que el mismo tenga siempre funciones asignadas y la disponibilidad presupuestal para el pago de las remuneraciones correspondientes a sus servidores. En tales circunstancias se establece el principio de legalidad de la función pública como fundamento de un Estado de Derecho, lo que significa que a cada empleo corresponden unas actividades previamente definidas por la ley y el reglamento, para ser desempeñadas por su titular conforme lo disponga el ordenamiento jurídico. 


Así mismo, se da especial protección al patrimonio del estado, consagrando una inhabilidad para cualquier servidor que haya cometido delitos contra el erario público, a fin de imprimir moralidad en el manejo de los asuntos públicos. De este modo, sólo cuando se ha afectado el patrimonio del Estado opera la inhabilidad allí descrita, no obstante, no la limita para delitos cometidos contra el patrimonio del estado, sino que en iguales circunstancias prevé su aplicación por condena de delitos relacionados con el narcotráfico, grupos armados al margen de la ley y de lesa humanidad.


El Art. 123 de la C.N. introduce el concepto de servidor público, como una categoría genérica que integra a toda persona que de forma permanente y regular ejerce una función pública en nombre del Estado. Conforme a ello, refiere quiénes son servidores públicos y de acuerdo a la jurisprudencia de la Corte Constitucional, la noción de servidor público es un género que comprende diferentes especies y es una clasificación que emana de la misma Constitución, pero no es un obstáculo para que el legislador pueda establecer otras denominaciones o nuevas clases o grupos de servidores públicos y además se le otorga la potestad constitucional para establecer las funciones de los servidores públicos, las cuales en igual medida se fijan por la Constitución y el reglamento, circunstancias que nos determinan que esta potestad no está asignada para los superiores o jefes inmediatos de los servidores públicos.


Así mismo, se deslinda en forma precisa la calidad de servidor público frente a la simple condición de particular encargado de realizar funciones públicas de manera excepcional y transitoria, en tanto que el servidor público lo hace de manera regular y permanente.


Art. 124 CN: Este artículo asigna competencia para establecer una responsabilidad legal y pone de manifiesto que los servidores públicos deben responder por el adecuado cumplimiento de sus funciones, determinando con ello como sujetos de responsabilidad al mismo estado y sus servidores, los que eventualmente se pueden ver involucrados en un proceso de responsabilidad penal y/o disciplinaria. No obstante se pone de presente que frente a la responsabilidad legal existe un marco constitucional que la condiciona como es el artículo 6 de la misma Constitución que establece las modalidades de responsabilidad por acción, por omisión y por extralimitación


El Art. 125 de la Constitución Política determina que la regla general es que los cargos de las entidades públicas son de carrera administrativa y fija unas excepciones a la misma. No obstante es ineficaz la aplicación de esta regla general, toda vez que las provisiones para cargos públicos por vía de concurso público son proporcionalmente menores a las de provisional que es la excepción a los cargos públicos, es decir opera con mayor fuerza la excepción que la regla general.


Así mismo este artículo otorga al legislador la competencia para establecer los requisitos de acceso a cargos públicos, pretendiendo con el establecimiento de estos requisitos garantizar el cumplimiento de las funciones públicas y la consecución de los fines esenciales del Estado y en igual forma lo faculta para determinar las causales de retiro del servicio de funcionarios vinculados a cargos de carrera, además de los previstos en la Constitución.






El libro establece una lectura crítica de múltiples ideas y prácticas que han evolucionado, desde la Segunda Guerra Mundial, para formar lo que Escobar llama el discurso del desarrollo. Inevitablemente, las demandas de Escobar han planteado comentarios y duras críticas de varios autores (Little y Painter, 1995; Lehmann, 1997; Crew & Harrison, 1998; Pieterse, 1998; Mosse y Lewis, 2006). 

Este artículo se divide en dos. En la primera algunas de las ideas de Escobar en el encuentro con el Desarrollo se revisan: (1) la afirmación de que el desarrollo es una construcción histórica, y puede ser analizado como un discurso, y que de este modo, el análisis se convierte en un estudio de la dominación, (2) la perspectiva de los autores contra las demandas de verdad y de modelos universales de comprender y actuar, y (3) la idea de la resistencia como la expresión de discursos alternativos. En una segunda parte, voy a considerar algunas de las críticas hechas a los argumentos de Escobar, y los aspectos resaltados, que han resultado del debate sobre el desarrollo, y son relevantes para comprender los procesos sociales de desarrollo.

La dominación y el discurso.
La estructura del libro ofrece una idea general de los argumentos de Escobar, uno de los cuales es, los asuntos del discurso. El encuentro con el Desarrollo se divide en seis capítulos. En la introducción el autor explica su metodología y su utilidad, así como el uso de ella por otros autores. En el segundo capítulo, Escobar sostiene que la pobreza, del Tercer Mundo y el desarrollo son producto de un aparato que llegó a estar en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial, este aparato, el autor cree, está compuesto por formas de conocimiento y formas de poder. El tercer capítulo es una revisión histórica de la participación de algunos economistas con el discurso del desarrollo hegemónico. El cuarto y quinto son los estudios del discurso de la práctica específica de desarrollo en Colombia. El último capítulo está dedicado a la existencia de discursos alternativos y cómo éstos se relacionan con el discurso hegemónico. En general, el autor ofrece una narrativa para construir el discurso del desarrollo como un objeto.
La principal característica del libro de Escobar es que su análisis del desarrollo se basa en la concepción de discurso de Foucault, en que el discurso es práctico. Para Escobar, cualquier práctica es discursiva, y puede ser entendido en un discurso específico. En esta lógica, Escobar limita alguna de las prácticas de desarrollo como parte del discurso del desarrollo.
Como resultado de la partida teórica anterior, La invención del Tercer Mundo, Construcción y deconstrucción del desarrollo" se puede interpretar como un libro acerca de la dominación. De hecho, Escobar afirma que el análisis del discurso le permite centrarse en la dominación (1995, p.6). Según el autor, al equiparar el discurso y la práctica es posible entender la producción de objetos como una acción cultural. Además, el estudio de la producción de realidades u objetos, desde una posición discursiva hegemónica puede llevar a la imposición y la dominación. La creación de la pobreza, por ejemplo, es considerada por Escobar como producto del discurso del desarrollo.
Además, para Escobar, el discurso no es un efecto del proceso social natural en que las ideas se encuentran de forma espontánea, sino que es una construcción en un contexto específico y el momento histórico. El autor cree que, después de la Segunda Guerra Mundial hubo una coyuntura, en relación con las transformaciones anteriores, que permitió la formación de desarrollo como discurso. El contexto propicio para la hegemonía del discurso del desarrollo, de acuerdo con Escobar, se caracteriza por varios acontecimientos: en la primera mitad del siglo XX, el aumento de las luchas anticoloniales y el nacionalismo creciente, en la post-Segunda Guerra Mundial, la guerra fría, los países dominantes necesitaban encontrar nuevos mercados, el miedo al comunismo, la superpoblación y la fe en la ciencia y la tecnología como un medio para el desarrollo. Esta coyuntura histórica es para Escobar el inicio de la hegemonía del discurso del desarrollo.
La expansión y la producción del discurso del desarrollo se entiende por Escobar como un proceso, en este proceso un aparato efectivo relaciona las formas de conocimiento y las técnicas del poder (1995, p.10). Además, este aparato eficaz crea espacios de acción donde las subjetividades se producen. Por otra parte, estos espacios de acción son los regímenes de discurso y de los regímenes de representación: los primeros son los dominios del pensamiento y la acción (p. 10), los segundos son lugares de encuentro donde las identidades se construyen y también el lugar donde se originó la violencia. En otras palabras, el discurso del desarrollo es un aparato productivo que construye espacios de acción.


En la formación del discurso del desarrollo, agrega Escobar, hay dos principales acciones que se toman para producir continuamente el discurso: la institucionalización y la profesionalización. La primera es la construcción de una red eficaz de energía, que según el autor, es capaz de integrar con éxito, administrar y controlar los países y las poblaciones de manera cada vez más detalladas y abarcadoras (1995, p.45). El segundo es un proceso en el que los especialistas o también llamados profesionales, se convierten en un grupo importante para la aplicación de modelos de desarrollo. Los principales ejemplos el Banco Mundial y las Naciones Unidas, en este aparato burocrático, Escobar ve la representación del discurso del desarrollo.
Hay otras dos afirmaciones importantes en el libro. Por un lado, se acusa al discurso del desarrollo como una forma de conocimiento que impone verdades reclamadas y, también, una reproducción de una forma de control sobre el Tercer Mundo. Por otro lado, Escobar critica el uso de modelos de pensamiento universal de las intervenciones en el contexto diverso y, además, para el autor, esta práctica es posible dentro del sistema occidental de los conocimientos, y refleja los mecanismos de control sobre las culturas locales. En resumen, Escobar es crítico para reclamar las verdades como las acciones neutrales y ve en la práctica de los modelos universales la imposición del discurso del desarrollo.
Finalmente, Escobar sostiene que en el mundo hay discursos alternativos. Estos discursos se pueden encontrar en primer lugar, en los movimientos sociales que resisten al discurso dominante. Él ve en estos grupos la posibilidad de formación de un discurso alternativo que podría romper la hegemonía del discurso del desarrollo.

BIBLIOGRAFIA


  1. http://www.elabedul.net/San_Alejo/Referendo/articulo_122.php
  2. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/cp/constitucion_politica_1991_pr004.html