jueves, 23 de mayo de 2013







El libro establece una lectura crítica de múltiples ideas y prácticas que han evolucionado, desde la Segunda Guerra Mundial, para formar lo que Escobar llama el discurso del desarrollo. Inevitablemente, las demandas de Escobar han planteado comentarios y duras críticas de varios autores (Little y Painter, 1995; Lehmann, 1997; Crew & Harrison, 1998; Pieterse, 1998; Mosse y Lewis, 2006). 

Este artículo se divide en dos. En la primera algunas de las ideas de Escobar en el encuentro con el Desarrollo se revisan: (1) la afirmación de que el desarrollo es una construcción histórica, y puede ser analizado como un discurso, y que de este modo, el análisis se convierte en un estudio de la dominación, (2) la perspectiva de los autores contra las demandas de verdad y de modelos universales de comprender y actuar, y (3) la idea de la resistencia como la expresión de discursos alternativos. En una segunda parte, voy a considerar algunas de las críticas hechas a los argumentos de Escobar, y los aspectos resaltados, que han resultado del debate sobre el desarrollo, y son relevantes para comprender los procesos sociales de desarrollo.

La dominación y el discurso.
La estructura del libro ofrece una idea general de los argumentos de Escobar, uno de los cuales es, los asuntos del discurso. El encuentro con el Desarrollo se divide en seis capítulos. En la introducción el autor explica su metodología y su utilidad, así como el uso de ella por otros autores. En el segundo capítulo, Escobar sostiene que la pobreza, del Tercer Mundo y el desarrollo son producto de un aparato que llegó a estar en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial, este aparato, el autor cree, está compuesto por formas de conocimiento y formas de poder. El tercer capítulo es una revisión histórica de la participación de algunos economistas con el discurso del desarrollo hegemónico. El cuarto y quinto son los estudios del discurso de la práctica específica de desarrollo en Colombia. El último capítulo está dedicado a la existencia de discursos alternativos y cómo éstos se relacionan con el discurso hegemónico. En general, el autor ofrece una narrativa para construir el discurso del desarrollo como un objeto.
La principal característica del libro de Escobar es que su análisis del desarrollo se basa en la concepción de discurso de Foucault, en que el discurso es práctico. Para Escobar, cualquier práctica es discursiva, y puede ser entendido en un discurso específico. En esta lógica, Escobar limita alguna de las prácticas de desarrollo como parte del discurso del desarrollo.
Como resultado de la partida teórica anterior, La invención del Tercer Mundo, Construcción y deconstrucción del desarrollo" se puede interpretar como un libro acerca de la dominación. De hecho, Escobar afirma que el análisis del discurso le permite centrarse en la dominación (1995, p.6). Según el autor, al equiparar el discurso y la práctica es posible entender la producción de objetos como una acción cultural. Además, el estudio de la producción de realidades u objetos, desde una posición discursiva hegemónica puede llevar a la imposición y la dominación. La creación de la pobreza, por ejemplo, es considerada por Escobar como producto del discurso del desarrollo.
Además, para Escobar, el discurso no es un efecto del proceso social natural en que las ideas se encuentran de forma espontánea, sino que es una construcción en un contexto específico y el momento histórico. El autor cree que, después de la Segunda Guerra Mundial hubo una coyuntura, en relación con las transformaciones anteriores, que permitió la formación de desarrollo como discurso. El contexto propicio para la hegemonía del discurso del desarrollo, de acuerdo con Escobar, se caracteriza por varios acontecimientos: en la primera mitad del siglo XX, el aumento de las luchas anticoloniales y el nacionalismo creciente, en la post-Segunda Guerra Mundial, la guerra fría, los países dominantes necesitaban encontrar nuevos mercados, el miedo al comunismo, la superpoblación y la fe en la ciencia y la tecnología como un medio para el desarrollo. Esta coyuntura histórica es para Escobar el inicio de la hegemonía del discurso del desarrollo.
La expansión y la producción del discurso del desarrollo se entiende por Escobar como un proceso, en este proceso un aparato efectivo relaciona las formas de conocimiento y las técnicas del poder (1995, p.10). Además, este aparato eficaz crea espacios de acción donde las subjetividades se producen. Por otra parte, estos espacios de acción son los regímenes de discurso y de los regímenes de representación: los primeros son los dominios del pensamiento y la acción (p. 10), los segundos son lugares de encuentro donde las identidades se construyen y también el lugar donde se originó la violencia. En otras palabras, el discurso del desarrollo es un aparato productivo que construye espacios de acción.


En la formación del discurso del desarrollo, agrega Escobar, hay dos principales acciones que se toman para producir continuamente el discurso: la institucionalización y la profesionalización. La primera es la construcción de una red eficaz de energía, que según el autor, es capaz de integrar con éxito, administrar y controlar los países y las poblaciones de manera cada vez más detalladas y abarcadoras (1995, p.45). El segundo es un proceso en el que los especialistas o también llamados profesionales, se convierten en un grupo importante para la aplicación de modelos de desarrollo. Los principales ejemplos el Banco Mundial y las Naciones Unidas, en este aparato burocrático, Escobar ve la representación del discurso del desarrollo.
Hay otras dos afirmaciones importantes en el libro. Por un lado, se acusa al discurso del desarrollo como una forma de conocimiento que impone verdades reclamadas y, también, una reproducción de una forma de control sobre el Tercer Mundo. Por otro lado, Escobar critica el uso de modelos de pensamiento universal de las intervenciones en el contexto diverso y, además, para el autor, esta práctica es posible dentro del sistema occidental de los conocimientos, y refleja los mecanismos de control sobre las culturas locales. En resumen, Escobar es crítico para reclamar las verdades como las acciones neutrales y ve en la práctica de los modelos universales la imposición del discurso del desarrollo.
Finalmente, Escobar sostiene que en el mundo hay discursos alternativos. Estos discursos se pueden encontrar en primer lugar, en los movimientos sociales que resisten al discurso dominante. Él ve en estos grupos la posibilidad de formación de un discurso alternativo que podría romper la hegemonía del discurso del desarrollo.

BIBLIOGRAFIA


  1. http://www.elabedul.net/San_Alejo/Referendo/articulo_122.php
  2. http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/cp/constitucion_politica_1991_pr004.html

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